El congreso de los diputados español veta la presencia de diputados catalanes elegidos democráticamente y con plenos derechos en el Congreso español a la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso. Es la cuarta vez que lo hace, aduciendo que los diputados catalanes no son "idóneos" para acceder a esta Comisión, que controla el uso de los fondos reservados, analiza informes secretos y recibe a puerta cerrada al director del CNI y a ministros de Defensa, interiores y exteriores.
Un veto sin precedentes en el congreso:
La cortesía parlamentaria establecía hasta ahora que salían elegidos todos los candidatos de todas las formaciones políticas. Los catalanes volvieron a presentar la candidatura pese a que el PP ya lo vetó el 23 de febrero de 2012. Posteriormente la formación del presidente español Mariano Rajoy rechazó las candidaturas de los diputados catalanes.
Un veto sin precedentes en el congreso:
La cortesía parlamentaria establecía hasta ahora que salían elegidos todos los candidatos de todas las formaciones políticas. Los catalanes volvieron a presentar la candidatura pese a que el PP ya lo vetó el 23 de febrero de 2012. Posteriormente la formación del presidente español Mariano Rajoy rechazó las candidaturas de los diputados catalanes.
España confunde los rivales políticos con enemigos:
ERC tomó la palabra en el pleno del Congreso y criticó al PP español por "confundir a los rivales políticos con enemigos" y para volver a "vetar" de forma "injusta y desproporcionada" el candidato catalán la Comisión. El portavoz de los catalanes se preguntó si el PP no les quiere en la comisión "para que no se le pueda preguntar al director del CNI" cuestiones como "el despliegue del CNI en Catalunya", la "trama de espionaje conectada a Catalunya" o "su apoyo a la guerra sucia en Catalunya, en connivencia con medios de comunicación, inventando informes a partir de la UDEF".
Los portavoces catalanes representan cientos de miles de votantes, y han sido elegidos democráticamente. La relación entre Catalunya y España es compleja y hay gestos que contribuyen a abrir mucho más esta fisura. Este veto "es un hecho grave y un motivo más de incomprensión entre Cataluña y España".